
Muchos animales son objeto de estudio en cautividad. El empleo del animal como fuente de informaciones ha tenido muchos significados. Por un lado, ha sido simple fuente de células y tejidos sin que su entidad de ser animado importara mucho. Por otro, ha sido modelo o esquema de lo que puede acontecer en el ser humano bajo condiciones similares. Con las belugas, por ejemplo, estudian su forma de comunicarse, su sociabilidad. Con este curioso ejemplar, de nombre científico Caipiterfosterliensis erectus, descubierto en las proximidades del barrio de Morvedre, los expertos han decidido aislarlo hasta decidir si puede convivir con el resto o tiene que venir un Paco el Pocero y ahijárselo