Hubo un tiempo, lejano ya, en el que cuando trabajábamos con papel siempre hacíamos la copia del colega que habíamos "pillado" en esos momentos de aburrimiento, relajación o simplemente tontería. Luego la poníamos en la bolsa y al siguiente encuentro: risas entre todos los presentes. Ahora, en principio, es mucho más fácil pero el formateado de tarjeta, olvido o dejadez hace que a veces no lleguen a sus destinatarios. Ahora podremos ver algunas.
sábado, 16 de mayo de 2009
Tres tristes tigres
Me daba no se qué verlo tan sólo en el banco y decidí darle dos compañeros. Tampoco es falsear tanto la realidad: Vicent es mucho Vicent.
2 comentarios:
muy logrado.
Hihi!
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