Hubo un tiempo, lejano ya, en el que cuando trabajábamos con papel siempre hacíamos la copia del colega que habíamos "pillado" en esos momentos de aburrimiento, relajación o simplemente tontería. Luego la poníamos en la bolsa y al siguiente encuentro: risas entre todos los presentes. Ahora, en principio, es mucho más fácil pero el formateado de tarjeta, olvido o dejadez hace que a veces no lleguen a sus destinatarios. Ahora podremos ver algunas.
1 comentario:
Fiel reflejo de todas las particularidades de todos los presentes. Desde el culo inquieto hasta el pachón pasando por el desesperao!
Buenísima! Como se nota que el autor es de EFE.
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