Hubo un tiempo, lejano ya, en el que cuando trabajábamos con papel siempre hacíamos la copia del colega que habíamos "pillado" en esos momentos de aburrimiento, relajación o simplemente tontería. Luego la poníamos en la bolsa y al siguiente encuentro: risas entre todos los presentes. Ahora, en principio, es mucho más fácil pero el formateado de tarjeta, olvido o dejadez hace que a veces no lleguen a sus destinatarios. Ahora podremos ver algunas.
sábado, 6 de febrero de 2010
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4 comentarios:
Mira! dos Manu Bruque.
Gracias Niel. Aún no he parado de reir!
Palido, palido como que no es. Más bien podria ser "El bueno, el malo y el feo", y si Robert es el bueno, Santi es el malo o el feo?, y me falta uno.
Y todo esto con un claro estilismo gotico.
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