Hubo un tiempo, lejano ya, en el que cuando trabajábamos con papel siempre hacíamos la copia del colega que habíamos "pillado" en esos momentos de aburrimiento, relajación o simplemente tontería. Luego la poníamos en la bolsa y al siguiente encuentro: risas entre todos los presentes. Ahora, en principio, es mucho más fácil pero el formateado de tarjeta, olvido o dejadez hace que a veces no lleguen a sus destinatarios. Ahora podremos ver algunas.
miércoles, 3 de marzo de 2010
La pena
Hay compañeros muy emotivos y sensibles que no dudan en abandonar la cámara y mostrar su dolor ante "el yacente"
1 comentario:
Si que da pena, si...
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