Hubo un tiempo, lejano ya, en el que cuando trabajábamos con papel siempre hacíamos la copia del colega que habíamos "pillado" en esos momentos de aburrimiento, relajación o simplemente tontería. Luego la poníamos en la bolsa y al siguiente encuentro: risas entre todos los presentes. Ahora, en principio, es mucho más fácil pero el formateado de tarjeta, olvido o dejadez hace que a veces no lleguen a sus destinatarios. Ahora podremos ver algunas.
martes, 19 de octubre de 2010
Cuando los hombres descendieron de los árboles para subirse a las farolas.
Así es como titula Kai esta foto que me ha remitido del amigo Mao. La verdad es que los genes deben de tirar mucho, pues no es la primera instantánea que tenemos del compa subido a dicho mobiliario urbano. Lo que no sabemos es lo que le dijo el policía local que observaba la escena. ¡Amunt Miguel Ángel!
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario