Hubo un tiempo, lejano ya, en el que cuando trabajábamos con papel siempre hacíamos la copia del colega que habíamos "pillado" en esos momentos de aburrimiento, relajación o simplemente tontería. Luego la poníamos en la bolsa y al siguiente encuentro: risas entre todos los presentes. Ahora, en principio, es mucho más fácil pero el formateado de tarjeta, olvido o dejadez hace que a veces no lleguen a sus destinatarios. Ahora podremos ver algunas.
jueves, 15 de mayo de 2008
Risas
Lo siento tío, te acabo de decir que eras el siguiente. Demasiadas risas en la despedida de Alberto. No era la que tenía pensada, pero como querías que te sacara lo más favorecido posible... he optado por el desenfoque KAIsiano :)
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