Hubo un tiempo, lejano ya, en el que cuando trabajábamos con papel siempre hacíamos la copia del colega que habíamos "pillado" en esos momentos de aburrimiento, relajación o simplemente tontería. Luego la poníamos en la bolsa y al siguiente encuentro: risas entre todos los presentes. Ahora, en principio, es mucho más fácil pero el formateado de tarjeta, olvido o dejadez hace que a veces no lleguen a sus destinatarios. Ahora podremos ver algunas.
miércoles, 10 de febrero de 2010
Peaje
Él iba de buena fe y la señora no dudó en darle un poco de palique como justa compensación al cobijo ofrecido. La escena ocurría (y retratada por Miguel Lorenzo) tras los premios Jaime I a la espera que salieran los principitos de la Lonja. Vale que no es la rusa de Jordan pero ya tendrá más suerte la próxima vez.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Excelente, magnifa, increible. Candidata a Fragments 2010.
Benito es un caballero y mejor persona ¡se gana el cielo!
Publicar un comentario