Hubo un tiempo, lejano ya, en el que cuando trabajábamos con papel siempre hacíamos la copia del colega que habíamos "pillado" en esos momentos de aburrimiento, relajación o simplemente tontería. Luego la poníamos en la bolsa y al siguiente encuentro: risas entre todos los presentes. Ahora, en principio, es mucho más fácil pero el formateado de tarjeta, olvido o dejadez hace que a veces no lleguen a sus destinatarios. Ahora podremos ver algunas.
2 comentarios:
Con el tiempo la gente, por muy reivindicativa y combativa que sea, se acomoda y que mejor sitio para acomodarse que un buen sofá y si son dos mejor.
Y luego están los que parecían reivindicativos y en realidad solo estaban eligiendo el color del sofá.
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