Hubo un tiempo, lejano ya, en el que cuando trabajábamos con papel siempre hacíamos la copia del colega que habíamos "pillado" en esos momentos de aburrimiento, relajación o simplemente tontería. Luego la poníamos en la bolsa y al siguiente encuentro: risas entre todos los presentes. Ahora, en principio, es mucho más fácil pero el formateado de tarjeta, olvido o dejadez hace que a veces no lleguen a sus destinatarios. Ahora podremos ver algunas.
1 comentario:
El Doctor Livingstone En busca del formula 1 perdido, o En el circuito maldito, o La última cruz ada o en la más moderna En el Pais del caradura de la gaviota de cristal
Publicar un comentario