Hubo un tiempo, lejano ya, en el que cuando trabajábamos con papel siempre hacíamos la copia del colega que habíamos "pillado" en esos momentos de aburrimiento, relajación o simplemente tontería. Luego la poníamos en la bolsa y al siguiente encuentro: risas entre todos los presentes. Ahora, en principio, es mucho más fácil pero el formateado de tarjeta, olvido o dejadez hace que a veces no lleguen a sus destinatarios. Ahora podremos ver algunas.
lunes, 22 de diciembre de 2008
En el centro del poder (con P, no con J)
El joven que aparece en la foto, con su camisita planchada y en plena faena, me remite esta foto que a su vez le habían enviado de Moncloa (yeah, palabras mayores). Como es una imagen actual (tomada el viernes pasado), y no tenemos muchas oportunidades de verlo por aquí, merecía la pena incluirla. Parece que no ha cambiado mucho, eso sí, más elegante. Saludos pues, Alberto.
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